El mango sticky rice no trata realmente del mango.
Es un consuelo que la química construye en silencio.
En este sabor, el δ-decalactona aporta la calidez cremosa del coco, el furaneol añade el dulzor caramelizado, y el etil butirato eleva el conjunto con una nota tropical brillante.
Juntos, transforman la nostalgia en algo reproducible.
Sabor líquido, natural y estable, listo para tu próxima creación.
Perfecto tanto en aplicaciones dulces (cócteles, jarabes) como saladas (marinadas, salsas).
Porque cada emoción tiene su molécula.